¿Te has sentido exiliada de tus amigos, familia y de tu propia pareja durante la matrescencia?

La matrescencia es otra de las invitaciones que nos hace la naturaleza para cruzar el puente del inmaduro femenino al maduro femenino.

Es un periodo de revisión donde comenzamos a explorar nuestra historia, nuestra crianza, la forma en la que fuimos maternadas, nuestras creencias, valores, creaciones…

Es un momento de despertar donde los velos se caen, nuestra intuición se agudiza y podemos ver las intenciones de los demás y de nosotras mismas en cada creación.

Podemos ver desde dónde nos relacionamos y creamos y la intención desde la que creamos esos vínculos y situaciones.

Todo lo que no este alineado con nuestra esencia/verdad  todo lo que hayamos creado desde el miedo y por evitar sentir algún dolor va a ser expuesto y se va a volver difícil de sostener una vez visto.

Seguir nuestra intuición y reconectar con nuestra esencia podrá ser incomodo, desafiante, desagradable para muchos ya que comienzan a sentirse expuestos y/o comienza a incomodarles las nuevas formas, situaciones y maneras de vincularnos que surgen de esta claridad.

Seguir nuestra intuición nos pedirá poner nuevos limites, poner nuestra verdad, cambiar la complacencia por hacer lo que en el cuerpo se siente correcto.

Seguir nuestra verdad muchas veces nos llevara a un periodo de exilio donde tendremos que sostener la culpa, la incomodidad, el dolor de no hacer parte para poder hacer espacio para la autoridad interior que comienza a forjarse en este viaje.

Este exilio muchas veces es el espacio en el que podemos dejar atrás las voces del mundo exterior para encontrarnos con nuestra propia voz.

Si te sientes sola en este proceso quiero decirte que somos muchas cruzando el puente, siguiendo nuestra verdad , encontrando nuestra voz. 

Tú no pares por mas incomodo que sea este proceso, no pares de crecer, no pares de poner tu verdad, no pares escuchar a tu sabiduría interior sigue hasta que ya no sea mas incomodo, hasta que ya no importe lo que los demás digan, sigue hasta ser una con tu voz , sigue hasta que en el camino te encuentres con tu tribu del alma y puedas bendecir a todo aquel que te hizo sentir que no pertenecías por haberte guiado hasta ell@s.

¡Bendita matrescencia por atravesarnos!

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