¿Por qué nuestra labor como madre, nuestro rol es minimizado, invisibilizado y a veces, hasta burlado en nuestra sociedad hoy en día?

En el sistema que habitamos si estamos activas laboralmente entonces somos un activo para el sistema , sino entonces somos pasivo o pasivas. 

Se nos empuja con comentarios, indirectas y con mensajes en distintas formas a volver al trabajo porque el sistema necesita capitalizar y ser madre es una labor que nutre lo invisible, es una labor desempeña el alma para nutrir el espíritu, la emoción, el corazón,  cuerpo y energía de la nueva vida.

Es una labor que esta conectada a lo esencial y lo esencial esta en la esfera del ser no del hacer o tener.

Muchas tareas del ser madre hacen parte del mundo sutil no del concreto.

La mujer madre sabe que para nutrir lo esencial necesita ir a otro ritmo diferente al que el sistema nos impone muchas veces pasando por encima de la vida y sus necesidades esenciales.

Para el sistema es un riesgo este ritmo que va al son de la vida y sus ciclos.

Aprovecho esta fecha  celebre para capitalizarla en bienestar a las protagonistas de hoy sacando de encima una ilusión colectiva que afecta la salud mental de muchas madres hoy en día.

En el día de la madre quiero que tu y muchos sepan y tengan claro que nunca dejaste de trabajar como dicen por ahí,  

De mujer madre a mujer madre: sé lo que haces todos los días, sé muy bien las tareas que desempeñas.

Yo te veo nutrir la vida.

Yo te veo satisfacer las necesidades afectivas de la nueva vida.

Yo te veo cuidar el ambiente del hogar en el que la nueva vida crece.

Yo veo el tiempo que dedicas para nutrir las habilidades de la nueva humanidad.

De mujer madre a mujer madre también sé que mientras desempeñas todo lo anterior mientras intentas resurgir profesionalmente y como mujer en esta nueva etapa.

Te veo mujer madre, yo veo la profundidad y belleza del trabajo que desempeñas día a día.

Te veo, honro tu rol y el trabajo sagrado que haces sin retribución económica, sin reconocimiento en esta cultura.

Honro tu invisible y elevada misión como portal y guardiana de vida.

Yo te veo mujer madre y comprendo la magnitud de la misión que hoy desempeñas a menudo sintiéndote sola

 e incomprendida.

Ni un solo día dejaste de trabajar, ahora no solo trabajas en lo que te da económicamente ahora trabajas por un propósito mayor que es invisible a los ojos de nuestra sociedad actual.

¡Bendita matrescencia por atravesarnos!

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