Por años en la maternidad se vivieron, se toleraron, se aceptaron cosas que si no se toleraban, amenazaban nuestra vida y la de nuestros hijos.
Hoy ya no estamos en esa época, estamos en la época en la que las mujeres sabemos que tenemos derecho a prosperar, a florecer no solo como madres sino en todas las demás áreas de nuestra vida.
Para poder prosperar en nuestra vida espiritual, profesional, familiar, intelectual vamos a necesitar abrir los espacios que nuestras antepasadas no pudieron por como era el orden establecido.
Hoy nosotras las mujeres madres de esta generación tenemos la labor de pasar por encima de la culpa, la vergüenza, el exilio que se puede sentir al dejar de obedecer mandatos que nos quieren quietas, calladas y en la cocina.
Somos una sola, la voz de la madre.
La voz de la madre que nos dice que prosperar y maternar es posible, que será incomodo para muchos pues estamos cambiando el orden establecido.
Somos una sola voz hermana gracias a todas por conectar , por compartir sus experiencias,
Día a día vamos sembrando las semillas de una nueva humanidad donde las madres podemos vivir en placer y bienestar esta etapa de nuestra vida.
Donde vamos aprendiendo juntas a establecer limites, poner nuestra verdad, a ser fiera cuando toca ser fiera para abrir paso a una nueva realidad donde las mujeres maternos y prosperamos, sí así! Todo junto.