-Nútrela con vida. Ya sea alimentos frescos, una canción, un abrazo, masaje, regalo, espacio para dormir o para hacer las cosas que ama.
-Acompaña a observar, descubrir y nutrir esos nuevos anhelos e intereses que están surgiendo en esta etapa.
-Regala espacios terapéuticos en los que la mujer pueda ordenar, integrar las diferentes intensas experiencias que ha estado viviendo desde que quedo en embarazo y donde pueda ver con una perspectiva mayor esta transformación que esta viviendo.
-Recuerdale que se encuentra en un espacio liminal-umbral entre quien era y quien se convertirá, esta no es ella en definitiva, todos los sentimientos y partes oscuras que surgen en este periodo hacen parte de la transformación.
-El posparto no es una etapa de florecimiento, es una etapa de recogimiento y revisión. Es una especie de invierno femenino, recuérdale que como las estaciones esto que esta viviendo también pasará.
-Acompaña a informarse sobre esta etapa vital: Matrescencia para que pueda comprender el transito como es con expectativas reales.
-Abre espacios para hablar con ella sobre el choque de expectativas vs realidad de la maternidad que esta experimentando.
-Sé un contenedor seguro para que pueda abrir contigo su mundo emocional.
-Abraza a esa mujer en esta etapa que es de las mas vulnerables de su vida, exactamente como es, con sus miedos, con sus sombras, con su caos en medio de su transformación. Hazle saber que no vas a ninguna lado y que vas a estar en sus otoños-inviernos-primaveras y veranos.
En pocas palabras: Calma su caos pero no silencies nunca su tormenta.