Amado compañero, amada compañera de la mujer en postparto: esta carta es para ti

Amados compañeros-compañeras de mujeres en su posparto:

Estas esperando que tu compañera  vuelva a ser la misma que era antes de quedar en embarazo?

Quiero decirte que ella no va a volver a ser nunca más la misma que era antes del embarazo y/o parto.

Su cuerpo ha cambiado. Ha gestado y parido a tu(s) hij(@)s y eso ha generado cambios en su musculatura, en sus genitales, en su piel.

Su cerebro esta viviendo una transformación mientras se crea el circuito materno. Durante este periodo se sufre una poda neuronal en algunas áreas y otras son reforzadas. Su cerebro ha vivido una remodelación y evolución y nunca más será el mismo.

Su identidad esta en transformación durante los primeros 8 años de crianza, así como en la adolescencia, ella esta muriendo a una vieja identidad para darle paso a otra ahora en este nuevo rol y etapa como mujer madre.

Despues de parir y de cuidar a la nueva vida la naturaleza la lleva a recontarse con lo esencial y madurar de muchas formas, espiritual y energéticamente esa mujer no vuelve a ser la misma.

Más o menos 8 años tardamos  las mujeres madres en adaptarnos a nuestra nueva vida y a sentirnos cómodas en este nuevo rol.

Tu compañera se encuentra en un espacio liminal, en un umbral entre quien era y quien esta por convertirse, no la presiones a intentar ser quien era antes pues esta mujer esta en un periodo de crecimiento y evolución despues de ponerse al servicio de la nueva vida como portal y cuidadora.

Su mirada, su forma de vincularse con ella misma, con los demás y con el mundo ha cambiado, su intuición y sensibilidad se han agudizado, esta en proceso de formar su autoridad interior para esta nueva etapa. Esa mujer esta cruzando el puente del inmaduro femenino al maduro femenino mientras cuida la vida, su trabajo, el hogar, su pareja y todos los demás roles que desempeña con su identidad rasgada por esto días.

Paciencia y suavidad con tu compañera estas por ser testigo de su etapa de florecimiento femenino, pero primer, primero viene el caos antes del nuevo orden.

¡Bendita matrescencia por atravesarnos!

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