Una nueva cultura postparto esta aterrizando, puedes sentirla?
Una cultura en la que ponemos a la madres en el centro de la sociedad para que ellas puedan Maternar en amor y en oxitocina a la nueva vida.
Una cultura que ve a la mujer madre en uno de los periodos más vulnerables de su vida no cómo una super heroína que todo lo puede (aunque este en proceso de convertirse en esa)
Una cultura que entiende el postparto como un invierno femenino no como una etapa de florecimiento.
Una cultura que abraza a la mujer mientras ella deshace identidad anterior y comienza el proceso de encontrarse en este nuevo rol, piel, en esta nueva mujer madre.
Una nueva cultura postparto esta aterrizando puedes sentir el potencial de cambio que trae?
El postparto puede ser visto como una invitación de la naturaleza para que la mujer cruce el puente de doncella a madre, del inmaduro femenino al maduro femenino.
Tomar o abortar la misión esta en cada una.
Tomarla significara comenzar con un periodo de revisión en el que nos sumergiremos en nuestro inframundo femenino encontrándonos con nuestras sombras y más temidos dragones.
Después de tenerlos relegados por tanto tiempo han tomado fuerza y tienen mucho para decirte en este periodo. El encuentro con la sombra no solo es inevitable si no que es parte del proceso de el despertar de la conciencia de la madre en el que nos encontramos.
Estar con nuestra historia, con nuestras rancies nos permitirá de a poco forjar nuestra autoridad interna, ese el verdadero para qué de este periodo de toma de consciencia.
Si estas en ese lugar oscuro en el que yo estuve hace 1 año y medio quiero decirte que todo lo que esta ocurriendo hace parte, es perfecto.
Se esta mostrando todo lo que no has querido ver, ni atender, y que ahora puedes ir a observar con una mirada de mujer adulta.
Estas en uno de los periodos mas sanadores y regenerativos de tu vida si decides tomar la misión.
Y sobra decirlo mis amadas pudrieras, ningun proceso de DESPERTAR o de autentica sanación es color de rosas, antes de convertirnos en esa en la que siempre hemos estado destinadas a convertirnos viene la etapa del desmoronamiento de todo aquello que no somos.
Antes de sanar viene el contacto con el dolor que venimos evitando sentir, quizás, desde hace décadas.